domingo, 10 de mayo de 2009

INSTRUMENTOS

1. Indicadores, técnicas e instrumentos
Si tenemos presente el modelo de investigación por el que nos estarnos guiando (véase
LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
- se percibirá que, una vez obtenidos los indicadores de los elementos teóricos y definido el diseño de la investigación, se hará necesario estructurar las técnicas dé recolección de datos correspondientes, para así poder construir los instrumentos que nos permitan obtener tales datos de la realidad.
Un instrumento de recolección de datos es, en principio, cualquier recurso de que pueda valerse el investigador para acercarse a los fenómenos y extraer de ellos información. Ya adelantábamos que dentro de cada instrumento concreto pueden distinguirse dos aspectos diferentes: una forma y un contenido. La forma del instrumento se refiere al tipo de aproximación que establecemos con lo empírico, a las técnicas que utilizamos para esta tarea; una exposición más detallada de las principales es la que se ofrece al lector en este mismo capítulo. En cuanto al contenido éste queda expresado en la especificación de los datos concretos que necesitamos conseguir; se realiza, por lo tanto, en una serie de ítems que no son otra cosa que los indicadores bajo la forma de preguntas, de elementos a observar, etc. De este modo, el instrumento sintetiza en sí toda la labor previa de investigación: resume los aportes del marco teórico al seleccionar datos que corresponden a los indicadores y, por lo tanto, a las variables o conceptos utilizados; pero también expresa. todo lo que tiene de específicamente empírico nuestro objeto de estudio, pues sintetiza a través de las técnicas de recolección que emplea, el diseño concreto escogido para el trabajo.

2. Datos primarios y secundarios
Ya hemos hablado ver ( EL DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
)

- de que por su naturaleza los datos pueden subdividirse en dos grandes grupos según su procedencia: datos primarios y datos secundarios. Los datos primarios son aquellos que se obtienen directamente a partir de la realidad misma, sin sufrir ningún proceso de elaboración previa. En otras palabras, son los que el investigador o sus auxiliares recogen por sí mismos, en contacto con la realidad. Los datos secundarios, por otra parte, son registros escritos que proceden también de un contacto con la práctica, pero que ya han sido recogidos, y muchas veces procesados, por otros investigadores. Las técnicas de recolección que se emplean en uno y otro caso son bien disímiles, como es fácil de comprender, puesto que en un caso nos enfrentamos a la compleja y cambiante realidad y en el otro nos vemos ante un cúmulo de materiales dentro de los cuales es preciso discernir con criterio los más pertinentes.

3. Recolección de datos primarios
Siendo los datos primarios aquellos que surgen del contacto directo con la realidad empírica, las técnicas encaminadas a recogerlos tendrán que reflejar, necesariamente, toda la variedad y diversidad compleja de situaciones que se presentan en la vida real.
Dentro de estas técnicas mencionaremos, en primer lugar, la de la observación, por ser fundamental en todos los campos de !a ciencia. La observación consiste en el uso sistemático de nuestros sentidos orientados a la captación de la realidad que queremos estudiar .Es por ello una técnica antiquísima, cuyos primeros aportes sería imposible. rastrear.

4. La observación científica
Decíamos que la observación puede definirse como el uso sistemático de nuestros sentidos, en la búsqueda de los datos que necesitamos para resolver un problema de investigación. Dicho de otro modo, observar científicamente es percibir activamente la realidad exterior, orientándonos hacia la recolección de datos previamente definidos como de interés en el curso de una investigación. La observación que se realiza cotidianamente, como parte de nuestra experiencia vital, no puede ser considerada como científica pues no está orientada hacia objetos preciosos de estudio, no es sistemática, y carece de controles o de mecanismos que nos pongan a cubierto de errores de subjetividad, confusiones.

5. La entrevista
La entrevista, desde un punto de vista general, es una forma específica de interacción social. El investigador se sitúa frente al investigado y le formula preguntas, a partir de cuyas respuestas habrán de surgir los datos de interés. Se establece así un diálogo, pero un diálogo peculiar, asimétrico, donde una de las partes busca recoger informaciones y la otra se nos presenta como fuente de estas informaciones.
La ventaja esencial de la entrevista reside en que son los mismos actores sociales quienes nos proporcionan los da tos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes, expectativas, etc., cosas que por su misma naturaleza es casi imposible observar desde fuera. Nadie mejor que la misma persona involucrada para hablarnos acerca de todo aquello que piensa y siente, de lo que ha experimentado.
Pero existe un inconveniente de considerable peso, que reduce y limita sus alcances. Cualquier personas entrevistada podrá hablarnos de aquello que le preguntemos, pero siempre nos dará la imagen que tiene de las cosas, lo que cree que son, a través de toda su carga subjetiva de intereses, prejuicios y estereotipos. La propia imagen que el entrevistado tiene de sí mismo podrá ser radicalmente falsa y, en todo Caso, estará siempre idealizada de algún modo, distorsionada, mejorada o retocada según factores que no es el caso analizar, pero que no podemos determinar

5.1. Entrevistas no estructuradas
Dentro de ellas tenemos diversos tipos, que varían en cuanto a sus fines y grado de estructuración. De un modo general una entrevista no-estructurada (o también no formalizada), es aquélla en que no existe una estandarización formal, habiendo por lo tanto un margen más o menos grande de libertad para formular las preguntas y las respuestas. Las formas más conocidas son las que exponemos a continuación.

-Entrevista informal: es la modalidad menos estructurada posible de entrevistas ya que la misma se reduce a una simple conversación sobre el tema en estudio. Lo importante no es aquí definir los límites de la tratado ni ceñirse a algún tipo de esquema previo, sino "hacer hablar" al entrevistado, de modo de obtener un panorama de los problemas más salientes, de los mecanismos lógicos y mentales del respondente, de los puntos básicos para él. Es de gran utilidad en estudios exploratorios y recomendable cuando se trata de abordar realidades poco conocidas por el investigador. También suele utilizarse en las fases iniciales -aproximativas- de investigaciones de cualquier naturaleza, recurriendo a informantes claves que pueden ser expertos sobre el tema en estudio, líderes formales o informales, personalidades destacadas, etc. Lo principal aquí es dar la completa sensación al entrevistado de que puede hablar libremente, alentándolo y estimulándolo cautamente, para evitar influirlo con nuestras actitudes.

-Entrevista focalizada: es prácticamente tan libre y espontánea como la anterior, pero se caracteriza por tratar sobre un único tema. El entrevistador deja hablar al entrevistado, proponiéndole apenas algunas orientaciones pero, cuando éste se desvía del tema original y se desliza hacia otros distintos, el entrevistador vuelve a centrar la conversación sobre el primer asunto, y así repetidamente. Se emplean normalmente en situaciones experimentales, con el objeto de explorar a fondo alguna experiencia vivida en condiciones precisas. También es la forma más utilizada cuando nuestros informantes son testigos presenciales de hechos de interés, por lo que resulta adecuado a la vez insistir sobre los mismos, pero dejando entera libertad para captarlos en toda su riqueza. Esto ocurre también cuando se trata de interrogar a los actores principales de ciertos hechos o a testigos históricos. Tal tipo de entrevista requiere de gran habilidad en su desarrollo para evitar tanto la dispersión temática como las formas demasiado estructura das de interrogación.

5.2. Entrevistas formalizadas
Estas se desarrollan en base a un listado fijo de preguntas, cuyo orden y redacción permanece invariable; comúnmente se administra a un gran número de entrevistados para su posterior tratamiento estadístico. Por este motivo es la forma de recolección de datos más adecuada para el diseño encuesta, tanto que a veces provoca confusiones entre instrumento y método.

Entre sus ventajas principales mencionaremos su rapidez, su posibilidad de ser administradas por personas con mediana preparación, etc., todo lo cual redunda en su bajo costo. Otra ventaja evidente es su posibilidad de procesamiento matemático, ya que al guardar homogeneidad sus respuestas resultan comparables y agrupables. Su desventaja mayor estriba en que reducen grandemente el campo de información registrado, ya que se limitan a una lista taxativa de preguntas.

6.El cuestionario autoadministrado
Decíamos antes que el cuestionario, instrumento indispensable para llevar a cabo entrevistas formalizadas, puede, sin embargo, usarse independientemente de éstas. En tal, caso se entregará al respondente dicho cuestionario para que éste, por escrito, consigne por sí mismo las respuestas. Por la similitud de instrumentos empleados esta técnica puede considerarse como una derivación o forma muy particular de la entrevista, aunque es claro que no se trata de una entrevista, pues no existe allí el elemento de interacción personal que la define.
La ventaja principal de tal procedimiento radica en la gran economía de tiempo y personal que implica, ya que los cuestionarios pueden enviarse por correo, dejarse en algún lugar apropiado, o pueden administrarse a grupos reunidos al efecto. Otra ventaja es que la calidad de los datos obtenidos se incrementa pues, al desaparecer la situación de interacción, se eliminan las posibles distorsiones que la presencia del entrevistador puede traer, ya sea por la forma de hablar, de enfatizar palabras u oraciones, de dirigir inconscientemente las respuestas, o ya sea por su misma presencia física, que puede retraer o inhibir al entrevistado.

7. Otras técnicas para recolectar datos primarios
Las ciencias sociales han desarrollado ya una gran variedad de instrumentos y técnicas encaminadas a la recolección de datos, que difieren en bastante medida de las ya descriptas. Pero, en esencia, tales procedimientos no pueden considerarse sino como derivaciones específicas de las técnicas anteriores, como veremos seguidamente.

Un instrumento interesante por sus aplicaciones a la Dinámica de Grupos es el sociograma, diseñado por F. Moreno. Consiste en un gráfico en que se expresan las atracciones y repulsiones que los miembros de un determinado grupo sienten entre sí, siendo por ello de suma utilidad para detectar fenómenos tales como liderazgo, existencia de sub-grupos internos y anomia. Se construye pidiendo a cada miembro que señale las personas que más congenian consigo y las que menos le atraen. Esta información se recoge mediante el uso de breves cuestionarios de dos o tres preguntas y luego es procesada para construir el diagrama correspondiente, donde se señalan con símbolos apropiados las relaciones solicitadas.

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